La Assemblea Nacional Catalana (ACN) ha puesto sobre la mesa la represión en Catalunya por parte del Estado español. La entidad independentista ha participado en la nueva edición del Supplementary Human Dimension Meeting de la OSCE en Viena, los días 16 y 17 de mayo. La jornada ha girado en torno a la necesidad de respetar los derechos humanos ante las crisis, para denunciar la continuidad de la represión que ejercen las autoridades españolas contra el independentismo catalán.
Los miembros del Secretariado de la Asamblea Carles Fité y Jordi Vilanova han asistido a dos de las tres sesiones de la conferencia en representación de la organización, donde han tratado temas como el papel de las instituciones como guardianas de la democracia en tiempo de crisis o la importancia de la libertad de asociación y la libertad de prensa.
En este sentido, aprovecharon para denunciar los abusos de las autoridades españolas contra las instituciones democráticas y los representantes electos catalanes, y las vulneraciones de los derechos humanos contra activistas independentistas, incidiendo especialmente en el Catalangate.
Jordi Vilanova ha denunciado el Catalangate “que supone un grave ataque contra el derecho de la libertad de asociación: “Con ataques e infecciones contra al menos 65 representantes electos catalanes, líderes de la sociedad civil, activistas, abogados, periodistas, especialistas en alta tecnología y sus familiares; sólo por su activismo independentista. Entre ellos, cinco miembros de la Assemblea Nacional Catalana, entre ellos la actual presidenta, Elisenda Paluzie, y el expresidente Jordi Sánchez”.
Una organización que, tal y como ha recordado Vilanova, “desde 2017 ha sido víctima de la represión del Estado, hasta el punto de que dos expresidentes (Carme Forcadell y Jordi Sànchez) fueron encarcelados hasta tres años y medio, uno hecho que fue denunciado por el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria”.
En ese instante, Vilanova ha levantado su móvil y ha recordado en la sala las consecuencias de este espionaje: “De hecho, los servicios secretos españoles quizá se escuchen todo lo que se dice aquí hoy, ya que mi móvil podría estar infectado con Pegasus, sólo por representar la Asamblea Nacional Catalana. Esto amenaza directamente mi derecho a la libertad de asociación y mi libertad de expresión, así como las de millones de europeos”.
En este sentido, el representante de España ante la OSCE ha contestado que «se abordarán todas las cuestiones planteadas», en relación con el uso de Pegasus. Una afirmación que va en contradicción con decisiones como bloquear por parte de la mayoría de los grandes partidos españoles la creación de una comisión de investigación sobre la cuestión en el Congreso.
Por último, Carles Fité ha participado en la última sesión, “Tiempo de crisis: por qué necesitamos más libertad de prensa, no menos”, en la que ha recordado la persecución contra periodistas en el Estado español: “Reporteros Sin Fronteras ha rebajado la calificación de calidad de la libre prensa en España, mientras que el Centro Europeo para el Pluralismo de los Medios y la Libertad de los Medios ha denunciado la creciente amenaza al derecho a la información y el creciente discurso de odio en los medios de comunicación”. Fité ha aprovechado la ocasión para denunciar la situación de Valtònyc.
