A Vladimir Putin se le está poniendo en tela de juicio su salud. La física y la mental. Sobre todo esta hipótesis viene desde Reino Unido y desde EEUU. Que dudan que pueda seguir al frente de la presidencia de Rusia durante mucho tiempo. Los continuos rumores sobre su estado de salud han provocado que, tanto desde Ucrania como desde los servicios de inteligencia de esos dos paises se especule con una salida del máximo mandatario ruso del ámbito político.
El general de división ucraniano, Kyrilo Budanov, mencionó en una entrevista a ‘Sky News‘ que, a partir de la segunda quincena de agosto, Putin podría ser destituido de su cargo, al mismo tiempo que informó de la salud del presidente ruso. «Se encuentra en un estado físico y psicológico muy malo. Padece varias enfermedades al mismo tiempo, una de ellas es el cáncer«, dijo a este medio. Sin embargo, no ha sido el único que ha hablado sobre el estado del presidente.
Por otro lado el exespía británico y antiguo miembro del servicio de inteligencia del Reino Unido, Richard Dearlove, también se pronunció al respecto y puso otra posible fecha a partir de la cual Vladimir Putin dejará el Kremlin. «Se irá en 2023, pero probablemente al sanatorio, del que no saldrá como líder de Rusia«, revelo en declaraciones realizadas a ‘Mirror‘.
Además, quiso matizar dicha declaración. «No digo que no vaya a salir del sanatorio, sino que no saldrá como líder de Rusia». La información proporcionada por Dearlove se suma a la revelada por Christopher Steele, exespía que dirigía la oficina del M16 en Rusia. Según la versión ofrecida por Steele, Putin necesita atención médica durante las 24 horas del día, tal y como indicó en la emisora ‘LBC’.
«Existe una desorganización en el Kremlin. No hay un liderazgo político claro por parte de Putin, que está cada vez más enfermo, y en términos militares, las estructuras de mando no están funcionando como deberían», detalló.
En el supuesto de que Vladimir Putin no continuase al frente del cargo de presidente de la Federación Rusa, uno de los nombres que ha sonado para sustituirle es el de Nikolai Patrushev. Natural de San Petersburgo como Putin, ejerció como director del FSB ruso entre los años 1999 y 2008.
Actualmente, desempeña sus labores políticas como secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, cargo que ocupa desde el 2008. A sus 71 años de edad, Patrushev es una de las personas más influyentes del aparato y más cercanas al presidente Putin. En cuanto a su formación profesional, se graduó como ingeniero en el Instituto de Construcción Naval.
Patrushev fue sancionado por Estados Unidos en el año 2018, cuando Donald Trump estaba al frente de la Casa Blanca. Tanto él, como otros 16 funcionarios y siete oligarcas rusos, fueron sancionados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos después de que fueran acusados de haber participado en «acciones perversas en todo el mundo”. Una sanción que acabó con sus activos financieros congelados.
