Como la mayoría de lectores saben, la Asamblea Mundial de la Salud (OMS) pasaba los últimos 7 días considerando las 13 controvertidas enmiendas de Biden al Reglamento Sanitario Internacional que el presidente americano había propuesto [impuesto]. Los delegados oficiales de naciones desarrolladas ricas como Australia, el Reino Unido y los EE.UU. expresaron su firme apoyo a las enmiendas e instaron a otros estados a unirse a ellos para renunciar a la soberanía de sus países ‘en favor’ de la OMS.
Hay que recordar que el Reglamento Sanitario Internacional es un instrumento legalmente vinculante que cubre medidas para prevenir la propagación internacional de enfermedades infecciosas, como la reciente Covid-19. El RSI, fue aprobado por la 58. ª Asamblea Mundial de la Salud en el 2005 por medio de la resolución WHA58. Con estas, los países más desfavorecidos sanitariamente están en desventaja.
Sin embargo, la primera señal de que las cosas podrían no estar yendo como los globalistas sajones habían ‘valorado’, se produjo el miércoles 25 de mayo, que casualmente resultó ser también el Día de África. Botswana leyó una declaración en nombre de sus 47 miembros AFRO, diciendo que colectivamente retendrían su apoyo a las ‘reformas’, que preocupaban mucho, a muchos miembros africanos.
Muchos otros países también dijeron que tenían reservas sobre los cambios y que tampoco los apoyarían. Estos incluyeron Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Irán y Malasia. Brasil, en particular, dijo que abandonaría la OMS por completo, en lugar de permitir que su población esté sujeta a las nuevas enmiendas, que dejaban en manos de una organización sanitaria que genera muchas dudas, la total decisión de como gestionar, por ejemplo las pandemias como el Covid, en sus manos.
Al final, la OMS y sus partidarios de la ‘naciones ricas’ se vieron obligados a dar marcha atrás. Sin embargo, no se han rendido, ni mucho menos. En cambio, hicieron lo que siempre hacen y ‘pivotaron’. A pedido de ellos, se convocó un nuevo grupo de trabajo para hacer «recomendaciones técnicas sobre las enmiendas propuestas» que se volverán a presentar junto con el Tratado de Pandemia, en la 77ª reunión de la Asamblea de la Salud en 2024.
También ha habido mucho rechazo por parte de los republicanos en los EE.UU., con varios de ellos presentando nuevos proyectos de ley que otorgan al Congreso/Senado de los EE.UU. poderes para anular cualquier mandato o directiva de la OMS emitida como parte de cualquier acuerdo internacional.
Uno, llamado ‘Ningún tratado de preparación para una pandemia de la OMS sin la ley de aprobación del Senado’ tiene 15 copatrocinadores y fue presentado al Senado por el senador republicano Ron Johnson, quien dijo que «la soberanía de los Estados Unidos no es negociable».
En Australia, lograron mantener la presión sobre sus propios parlamentos, tanto el federal como el estatal. Solo se han ocupado hasta ahora, en la «Identificación Digital», y a medida que el Parlamento Federal se reiniciaba, retrocedieron a toda costa a partir de las últimas semanas en adelante. Mientras se sigue firmando la petición negativa al Parlamento de Queensland sobre las Enmiendas del RSI y el Tratado sobre ‘futuras pandemias’…