El primer ministro británico, Boris Johnson, se había presentado en una reunión de los diputados conservadores que deciden este lunes sobre su posible destitución como primer ministro y ha realizado un llamamiento ‘in extremis’ a evitar un «Día de la Marmota».
Johnson ha irrumpido en la reunión a puerta cerrada entre aplausos y jaleos y ha emplazado a los diputados del Partido Conservador a «no entrar en un debate infernal del Día de la Marmota sobre los beneficios de pertenecer al mercado único».
En particular, Johnson ha recordado a los miembros del Comité de 1922 la clara victoria que logró en las elecciones de diciembre de 2019 y «no reabrir cuestiones que cerramos hace dos años y medio». «Ya sabéis la fuerza increíble que podemos ser cuando estamos unidos. Quienes están en esta sala lograron la mayor victoria conservadora en 40 años… bajo mi liderazgo», ha destacado.
Además, Johnson recordaba la victoria que supuso el referéndum para la salida de la UE y ha prometido «aprovechar las libertades del Brexit» frente a la alternativa del Partido Laborista que «sencillamente no puede igualar este programa».
Los laboristas «jamás habrían tomado las decisiones que ha tomado este gobierno para ayudar a los ucranianos». «Jamás se habrían plantado frente a (Vladimir) Putin y ocho de sus diputados más importantes votaron a favor de deshacerse de nuestra capacidad de disuasión independiente», en referencia a los polémicos submarinos nucleares Trident. «Hubieran sido un auténtico desastre si hubieran gobernado», ha remachado.
Johnson califica la victoria de «convincente»
Después de todo, el primer ministro británico, Boris Johnson, superó la moción de confianza de su propio partido, pero recibió un voto de castigo importante. Con 211 votos a favor y 148 en contra, el primer ministro ha recibido otros 31 votos de los 180 que necesitaba para continuar en Downing Street.
Johnson sobrevive a la moción interna del Partido Conservador, pero recibe un golpe considerable al ver cómo 148 diputados, un 41% del grupo parlamentario, han votado a favor de retirarle la confianza.
El resultado permite a Johnson evitar la dimisión, pero es peor que el que obtuvo su predecesora, Theresa May, en diciembre de 2018. May se vio obligada a renunciar al cargo cuando habían pasado menos de seis meses.
Muy puntualmente, a las nueve de la tarde (hora británica), el presidente del Comité 1922 –los diputados conservadores sin cartera–, Graham Brady, ha anunciado el resultado del voto de confianza.
Minutos después, Johnson calificó de «convincente» la victoria en la moción de confianza y aseguró que tiene la intención de «seguir adelante» al frente del ejecutivo.
«Lo que debemos hacer ahora es unirnos, como gobierno y como partido, y centrarnos en las cosas que creo que realmente importan a la gente», ha dicho Johnson después de que 148 de los 359 diputados conservadores hayan votado en contra su continuidad.
