Lo anunció hace semanas, pero desde la OTAN parecían no querer creer que Erdogan iba en serio. Ankara acaba de confirmar mediante un comunicado oficial que se mantendrá en el «no» a la ampliación de la OTAN con la entrada de Suecia y Finlandia, un hecho que se votará en la próxima cumbre que tendrá lugar en Madrid el 28 de junio.
«Turquía no comprometerá su postura hacia los países que apoyan el terrorismo y las organizaciones terroristas» en este cónclave.
Aunque el presidente turco anunció su postura desde que Suecia y Finlandia hicieron público su deseo de adherirse a la Alianza Atlántica, el Secretario General de la OTAN pareció tener esperanzas de conseguir negociar con Ankara, algo que finalmente se confirma, no sucederá.
El veto de Turquía es suficiente como para no poder anexionar a nuevos integrantes. Así está planteado en las normas de la OTAN y al menos hasta ahora, se han mantenido sin cambios. No obstante, ha habido ya planteamientos de sus miembros que estarían pensando en la manera de sortear esta normativa, y modificarla para que un solo voto negativo no pueda bloquear la llegada de nuevos miembros.
La postura de Erdogán tiene que ver directamente con Suecia, que ha dado cobijo a miembros del PKK, grupo kurdo, que es considerado banda terrorista en Turquía. Sin embargo, su adhesión va de la mano a la de Finlandia, cuyo primer ministro anunció que si Suecia no se unía, Finlandia tampoco lo haría.