La polémica decisión del gobierno de Reino Unido, que ha sido incluso denunciada ante la justicia internacional, sobre la deportación de inmigrantes ilegales a Ruanda, sigue en aumento.
Según afirmó ayer el primer ministro, Boris Johnson, aquellos que provengan de Ucrania, y lo hagan de manera ilegal, también podrían ser enviados a Ruanda.
Hasta ahora, el Reino Unido ha emitido 13.000 visas para ciudadanos ucranianos debido al conflicto con Rusia.
«Si vienes aquí ilegalmente, estás socavando a todos los que vienen legalmente. Y es una locura. Así que me temo que la respuesta es, supongo, sí, en teoría, eso podría suceder», dijo Johnson ante la pregunta realizada en una rueda de prensa, que precisamente ponía el foco en la situación de inmigrantes procedentes de Ucrania.
No obstante, consciente de la relevancia de sus palabras, el primer ministro matizó a continuación que considera «muy poco probable» que los ucranianos se vieran obligados a hacer el viaje de 4.000 millas desde el Reino Unido hasta África Central.
Una diferencia en su discurso de hace un mes, cuando Johnson afirmaba de manera categórica que los inmigrantes que llegasen de Ucrania no serían deportados en ningún caso.