La tensión entre los dos grandes bloques mundiales sigue en aumento.
Después de que ayer en la cumbre de la OTAN quedase fijada la hoja de ruta para los próximos años, en la presentación del nuevo marco estratégico, las reacciones están produciéndose. Precisamente, el documento de la OTAN señala a Rusia como un principal enemigo, y a China como parte del bloque que supone un «desafío sistémico».
En la rueda de prensa dada esta mañana por el Ministro de Asuntos Exteriores chino, su portavoz, Zhao Lijian, ha asegurado que «China es un país que defiende la paz mundial, el desarrollo global y el orden internacional», y ha rechazado categóricamente «la confrontación y el antagonismo» que están aplicando desde occidente.
Ha acusado a la OTAN de «ignorar los hechos y confundir mal con bien», señalando a la OTAN de ser el auténtico desafío para la estabilidad mundial. Además, ha acusado a la OTAN de «tener las manos manchadas de sangre», y ha apuntado que «ahora está tratando de extender sus tentáculos hacia Asia-Pacífico para expandir la mentalidad de la Guerra Fría y la confrontación».
«Cualquier intento para dañar la paz y la estabilidad en la región afrontará la oposición común del pueblo chino y otros países de Asia-Pacífico», ha subrayado el portavoz.
El documento que surgirá de la cumbre de la OTAN deja la puerta abierta a la negociación y el diálogo con China, sin embargo, es evidente que EEUU tiene en el centro de su diana al gran imperio asiático como contrincante a nivel comercial.