El Parlament de Catalunya ha condenado «la brutal violencia policial marroquí y española» en Melilla, cuando varios migrantes trataron de saltar la frontera, hechos que acabaron con 37 muertos. Lo ha hecho con una declaración de la Junta de Portavoces firmada por ERC, Junts, la CUP y los Comuns. Según el texto, la situación representó «una vulneración flagrante de los derechos humanos».
El Parlament ha pedido una investigación y que el gobierno español establezca mecanismos de rendición de cuentas para atribuir responsabilidades y se pongan en marcha procesos de verdad, justicia y reparación. En el texto también critican las declaraciones del presidente español, Pedro Sánchez, quien tras los hechos “elogió la violenta respuesta de las autoridades marroquíes”.
En la declaración, que ha leído el secretario tercero de la Mesa, Carles Riera, se pide que se garantice el derecho a migrar con respeto a los derechos humanos, sociales, civiles y políticos para todas las personas al igual que cómo se está haciendo en Ucrania, y reclama la derogación de la ley de extranjería.
La cámara también ha criticado la política de devoluciones en caliente, y ha constatado que los hechos en Melilla “son fruto de la legislación en política migratoria del Estado, los tratados de la UE y la gestión y externalización fronteriza que se deriva”.
Aparte, apuesta por «garantizar la seguridad y protección de los derechos humanos» de quien ha conseguido llegar a Melilla y de quien se ha quedado en territorio marroquí, cree que se debe garantizar una atención sanitaria adecuada y de calidad a todos los hospitalizados y remarca que es necesario habilitar el acceso a las oficinas en las fronteras de Ceuta y Melilla para quien manifieste la voluntad de pedir protección internacional.
El Parlamento remarca que durante el salto la policía española y marroquí «manifiestamente omitieron su deber de socorro y de atención de las demandas de asilo» y «atacaron» a las personas que intentaban saltar. También remarcan el trato «inhumano y vejatorio» que sufrieron las personas en tráfico.
“Estos hechos son un violento recordatorio del fracaso de las políticas migratorias de la UE y los estados miembros impregnadas de racismo institucional”, denuncian, para añadir después que los muertos y los heridos “son el estremecedor resultado de las políticas de externalización de las fronteras de la UE”.