Otro problema. El brote de viruela del mono, lejos de detenerse, no deja de crecer, sobre todo en grandes ciudades como Barcelona y Madrid. En Catalunya ya se han confirmado 380 casos, y se estudian 42 sospechosos. Son más del doble confirmados que hace una semana, cuando había 150.
Ante la escasez de vacunas, los médicos recuerdan que es una enfermedad leve, pero dolorosa, y que deben tomarse medidas para frenar su expansión. El crecimiento progresivo de casos en unas fechas, el verano, y un contexto, encuentros del colectivo LGTBIQ+ como el Pride o el Circuit Festival, que les favorece.
Algunos expertos alertan de que, preocupados por el posible estigma, puede cometerse el error de no dar la información correcta ni tomar las medidas necesarias. Lo explica José Luis Blanco, consultor de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic:
«No debemos perder de vista dónde está pasando el problema y concienciar a los colectivos donde se está produciendo, que son los primeros interesados en que estas medidas, aunque no sean agradables, se tomen», dice Blanco.
También explica que ya existen algunos casos en los que la infección se ha transmitido más allá del colectivo. «Evidentemente, cuando tú pones una enfermedad en un colectivo en concreto, es normal que la primera extensión sea en este colectivo», explica Judit Villar, coordinadora de Salud Internacional del Hospital del Mar.
Salut recordó que el mecanismo de transmisión probable más frecuente de la viruela del mono es el contacto estrecho, muchas veces con relaciones sexuales, en el contexto de eventos festivos. En este sentido, Salut Pública ha lanzado una campaña de sensibilización en aplicaciones de contactos y los espacios de concurrencia donde los casos son más frecuentes.
La mayoría de los casos confirmados son hombres con edades comprendidas entre los 19 y los 66 años que han iniciado la sintomatología entre el 5 de mayo y el 23 de junio de 2022. Hay que recordar que la viruela del mono no es una enfermedad grave, no puede provocar la muerte, pero la persona puede pasarlo muy mal por las úlceras que provoca.
Hasta ahora, casi todos los casos han presentado fiebre, debilidad, inflamación de ganglios y heridas cutáneas, y en la mayoría de los casos las lesiones se han localizado en las áreas genital, perioral o perianal y en otras localizaciones.
Estas lesiones pueden provocar cicatrices permanentes y complicaciones que, en algunas ocasiones, también pueden requerir hospitalización, como explica Blanco: «En el canal anal, en la boca, en el pene, provocan síntomas que pueden ser muy molestos y que les llevan a venir al hospital, sobre todo para controlar el dolor.»
