El gobierno del Consell per la República ha expresado su profunda preocupación por el acuerdo alcanzado con Turquía, hecho público la semana pasada, el martes 21 de junio, al comienzo de la cumbre de la OTAN en Madrid, que va a hacer posible el desbloqueo en el proceso de adhesión de Suecia y Finlandia a esta organización internacional.
A través de un comunicado oficial, el Consell señala que «el contenido de este acuerdo reafirma que se trata de una concesión de la alianza atlántica al líder autocrático de un estado, Turquía, condenado en numerosas ocasiones por vulnerar Derechos Humanos, especialmente la libertad de expresión y asociación, y los derechos políticos de los opositores y minorías nacionales». Añade el comunicado que «con este acuerdo, la OTAN ha priorizado el pragmatismo por encima de una política basada en los valores y principios que han de inspirar la integración y la política de seguridad internacional».
Subraya el comunicado del Consell que «el acuerdo incluye, en su punto de vista, el compromiso de Suecia y Finlandia de abordar las solicitudes pendientes de deportación o extradición a Turquía de sospechosos de terrorismo «de manera rápida y completa» a cambio de levantar el bloqueo a la incorporación de los dos países nórdicos a la OTAN«.
Ese punto fue abordado en una reunión cara a cara entre el presidente turco y el presidente norteamericano y posteriormente fue trasladarlo a la agenda de la Alianza Atlántica.
El Consell «alerta del riesgo que este acuerdo implica en el sentido del sacrificio de derechos humanos de activistas y representantes del pueblo kurdo, miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán y de las Unidades de Defensa del Pueblo, exiliados en Suecia y en Finlandia, ya que el régimen de Erdoğan les considera «terroristas» de manera indiscriminada».
Cabe recordar, añade el comunicado del Consell, que las milicias kurdas han sido aliadas cruciales de los Estados Unidos y de la UE en la lucha contra el Estado Islámico y que la extradición de sus combatientes, considerados «terroristas» por Turquía, supondría una traición a la causa kurda, plenamente legítima».
El Consell expresa «la confianza en que Suecia y Finlandia mantengan en el sí de la OTAN la misma concepción estricta de la democracia que caracteriza la política en estos estados, que incluye el pleno respeto a las convenciones internacionales de derechos humanos».
El Consell expresa también «toda la solidaridad con el pueblo kurdo, el apoyo a la lucha pacífica por su autodeterminación y denuncia que sus derechos hayan sido sacrificados para alcanzar objetivos políticos de terceros países».