El Tribunal Supremo ha anulado, por fin, la sanción disciplinaria a un militar que en 2018 suscribió públicamente un manifiesto contra el franquismo en el Ejército y, posteriormente, fue castigado por “manifestar expresiones contrarias a las Fuerzas Armadas” con dos faltas graves y multas económicas.
Sus superiores consideraron que rechazar el franquismo contradecía «el deber de neutralidad política» y le acusaban de «hacer manifestaciones contrarias a la disciplina o basadas en aseveraciones falsas».
Hay que recordar que el franquismo sigue latente dentro de las fuerzas armadas. Algo inaudito en el resto de ejércitos de Europa, donde en fascismo se persigue y se castiga. En España los manifiestos franquistas dentro de las FFAA, son una constante.
Hora, cuatro años después, el Supremo revoca las sanciones y sostiene que el ex cabo del Ejército de tierra estaba amparado por la libertad de expresión y que no infringió el deber de neutralidad ni atentó contra el respeto a sus superiores ni contra el buen funcionamiento del Ejército.
El alto tribunal remarca que el militar suscribió el manifiesto, y después hizo declaraciones a un medio digital donde explicaba las razones, como respuesta a uno anterior suscrito por militares fascistas.
La sala entiende que el antiguo cabo no emitió ninguna manifestación contra el Ejército sino que limitó sus comentarios «respeto de los militares que han firmado el manifiesto de desagravio al general Franco, y en respuesta a este manifiesto».