El Crida a la Solidaritat y Òmnium Cultural, que reunió a asociaciones, entidades y municipios en la organización Acció Olímpica, impulsaron una campaña para que la lengua catalana y la identidad del país estuvieran presentes durante los juegos.
El lema que reunió aquella campaña fue «Freedom for Catalònia» («Libertad para Catalunya»), inspirada en el «Free Mandela» que reclamaba la salida de la cárcel de Nelson Mandela, el líder antiapartheid sudafricano.
Una de las primeras actuaciones de los activistas tuvo lugar el 14 de junio de 1992 en Empúries, cuando la joven actriz Marian Aguilera recibió el fuego olímpico que venía de Grecia.
Jordi Sànchez, entonces uno de los miembros de la Crida, estaba y recuerda cómo «tres de las cinco o seis velas latinas», que acompañaban la embarcación que llevaba la antorcha, desplegaron las velas el «Freedom for Catalonia».