La Oficina de Conflicto de Intereses de las Cortes Generales ha emitido un informe donde señala que todos los diputados de Vox han rellenado las declaraciones relativas a sus intereses económicos de manera «no creíble», según recoge Huffington Post.
Según este medio, «en la declaración de intereses económicos que deben entregar todas sus señorías cuando acceden al escaño, hay un epígrafe reservado para las actividades desarrolladas en el lustro anterior que puedan condicionar su actividad política o les hayan proporcionado beneficios económicos».
La Oficina habría detectado «problemas prácticos» en los documentos señalados. Muchos de los diputados interpretaron que no era necesario declarar «cargos, mandatos o actividades públicas en general» o que «no tenía que hacerlo si se trataba de actividades incluidas en las declaraciones de actividades o bienes y rentas». Se les ha solicitado a todos ellos que incluyan todos los datos requeridos.
De manera específica, se señala a los diputados de Vox en su totalidad (52), en lo relativo a las actividades capaces de «condicionar la actividad política». La respuesta dad de todos los diputados del grupo parlamentario ha sido la misma: omitieron la declaración de toda actividad previa que pudiese incluir en la actividad política, puesto que consideran que acatar la Constitución ya excluye de cualquier posibilidad.
Pero ante esta interpretación de los diputados de Vox, la Oficina les ha aclarado que «no se trata de detectar irregularidades o ilícitos» sino de conocer «los intereses particulares con los que el parlamentario lícitamente ha estado en relación para poder hacer objetivamente plausible la aparición de un conflicto de intereses en el desempeño de sus funciones parlamentarias».
Este apercibimiento no supone infracción por parte de la formación política, aunque un grupo parlamentario solicitó que se abriera un expediente a estos diputados «por vulneración de la norma».