Los Estados Miembros de la UE han acordado hoy el plan para reducir el consumo de gas, alegando que esta medida será para preparar a los consumidores ante un posible escenario de interrupción total del suministro proveniente de Rusia.
Hungría y Grecia han expresado fuertes objeciones a la propuesta presentada la semana pasada por la Comisión Europea. Otros países como España o Portugal también se habrían manifestado en contra, aunque finalmente han llegado a un acuerdo.
El plan de emergencia hará que los estados miembros reduzcan, de momento de manera voluntaria, su consumo de gas natural en un 15% desde agosto desde este año hasta marzo de 2023. Con esta decisión esperan «suavizar el impacto de un posible paro total en el suministro del gas ruso».
Los ministros de energía de los 27 se han reunido hoy en Bruselas para abordar esta cuestión en un Consejo extraordinario.
El acuerdo de los Veintisiete establece que serán los países de la UE los que tendrán la responsabilidad de activar el estado de «alerta» en la Unión a través del Consejo para que se active la obligatoriedad de la reducción de consumo de gas, a diferencia de la propuesta inicial de Bruselas, según ha informado Europapress. El acuerdo contempla excepciones específicas para algunos Estados miembro considerando factores como la interconexión de un país respecto a otras redes gasísticas en la UE, la sincronización con la red de distribución eléctrica europea, su capacidad de exportación o sus niveles de almacenamiento.
Podrán acogerse a estas excepciones los Estados miembro que no estén interconectados a la red de gas de otros países de la UE, ya que su reducción del consumo no podría contribuir al suministro de los países que lo necesiten. Un escenario en el que se enmarcarían Malta o Irlanda
Señala la información publicada que la lista de exenciones de los países de la UE incluye también a aquellos Estados miembro cuya red de distribución de electricidad no esté sincronizada con la europea, como es el caso de los países Bálticos, todavía conectados con Rusia, o aquellos que todavía sean muy dependientes del gas para la producción de electricidad.
Los países que hayan superado sus objetivos de almacenamiento de gas, cuyas industrias críticas dependan del gas como materia prima y su consumo ha aumentado al menos un 8% en el último año en comparación con la media de los cinco años anteriores, también podrán solicitar excepciones.