La crisis energética nos está afectando, en mayor o menor medida, a los países occidentales alineados con las políticas norteamericanas.
Según el Fondo Monetario Internacional, los presupuestos familiares que más afectados están siendo son los de Reino Unido. La causa se encuentra en la gran dependencia de Reino Unido del gas para poder mantener calientes los hogares y poder producir electricidad. Esto, sumado a que Reino Unido tiene las construcciones menos eficientes energéticamente, han hecho que la economía de las familias se vea seriamente afectada.
Los expertos apuntan a la necesidad de poner en marcha, de manera efectiva, medidas de apoyo al aislamiento de los hogares, una medida que se ha venido persiguiendo pero que hasta ahora no se ha conseguido implementar. También señalan la importancia de apostar por energías renovables como las placas solares o la eólica, denunciando que en Reino Unido esté prohibida la instalación de la energía eólica terrestre.
Se recomienda sustituir las calderas de gas por bombas de calor, como medida inmediata.
Según el estudio del FMI, cada hogar de Reino Unido tendrá una pérdida del 8,3% en su poder adquisitivo durante este año 2022. En Alemania y en España la cifra es del 4%.
Además, el aumento del coste de producción de otros bienes, que viene derivado del coste del gas y de la electricidad, harán perder un 2% más a las economías familiares.
Un daño que se incrementa más en las economías más vulnerables, aumentando así la brecha de la desigualdad ya marcada en Reino Unido.
