El dictamen de la ONU ha rearmado al independentismo catalán, como no podía ser de otra manera. Desde Catalunya se considera que el Gobierno tiene que dar una «respuesta política». Y esta fundamentalmente debería pasar por acabar con la «causa general contra el independentismo» a través de una «amnistía» y también por hacer posible el ejercicio del derecho de autodeterminación de Catalunya.
El informe del Comité de Derechos Humanos de dicha organización mundial es contundente, indicando que el Estado vulneró los derechos políticos de Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull y Jordi Turull al suspenderlos como diputados en el Parlament cuando no había ninguna condena contra ellos.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha intentado desviar el dictamen y ha matizado que el texto de la ONU «no es vinculante», pero que el ejecutivo español «lo estudiará» y se ha mostrado abierto a introducir cambios. Además, ha defendido que lo importante «es que ya estamos en una nueva etapa en Catalunya de diálogo, de acuerdos, de superación del conflicto» en la que se hace «política de verdad, útil para superar esa etapa absolutamente pésima en la historia de nuestro país que no llevó a ninguna parte».
Pero Catalunya ya no está para cantos de sirena. El abogado Nico Krisch quien ha representado a los cuatro dirigentes de ERC y Junts ante la ONU, ya lo ha advertido, el Estado español debe realizar cambios legales para garantizar que no se vuelva a repetir una violación de derechos políticos como esta.
«El comité no puede forzar a hacerlo, pero cada paso de no cumplimiento pone a España fuera de la familia de las democracias liberales», ha remarcado el abogado, quien también ha señalado que no cumplir el dictamen comportará «problemas de reputación importantes en el Estado dentro de la ONU».
Además, el letrado ha declarado que la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU es «importante» de cara a los procesos en tribunales internacionales, tanto por los casos de extradición como en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. «España debe terminar la estrategia de opresión«, ha remachado.