El casi extinto partido de Ciudadanos (Cs) sigue con su particular odio al independentismo. No puede consentir que este reivindique la fuerza del 20-S, en el quinto aniversario de aquella respuesta multitudinaria y espontánea del pueblo contra la represión del Estado pocos días antes del 1-O. El portavoz de Cs en el Parlament, Nacho Martín Blanco, ha asegurado que fue «uno de los días más tristes de la democracia en Catalunya» y lo ha considerado uno de los «puntos álgidos del golpe de estado».
Golpe de Estado fue la operación acordada por los líderes políticos españoles y la Guardia Civil para impedir el referendo democrático asaltando a la Conselleria de Economía y la sede de la CUP. Sin embargo, el unionismo de Blanco le hace incapaz de entender por qué los partidos independentistas quieren conmemorar la fecha.
«Los separatistas lo reivindican como un día importante para la democracia y eso demuestra que su concepción no encaja con los parámetros de las democracias occidentales modernas», espetó comparando el 20-S en Catalunya con el asalto del Capitolio a Estados Unidos .
Al mismo tiempo, el portavoz de Cs también se refirió a la manifestación de Escuela de Todos celebrada el pasado domingo en Barcelona para pedir el castellano como lengua vehicular en las aulas y el fin de la inmersión. «Manifestarse en Catalunya a favor del bilingüismo y el castellano es una heroicidad», ha querido dejar claro Martín Blanco, que ha señalado que el número de manifestantes es «irrelevante» y no ha querido entrar en el habitual baile de cifras entre la organización y la Guardia Urbana de Barcelona.