Pere Aragonès, está en el ojo del huracán de la Catalunya independentista. Ha hecho algo más que finiquitar su Govern con Junts en pocas horas y ha resucitado el tripartito que gobernó Catalunya entre 2003 y 2010 sin necesidad de firmar ningún pacto ni con el PSC ni con los Comuns, la marca catalana de Podemos.
El president de la Generalitat hace tiempo que tenía pensados los nombres para substituir a los consellers de Junts en caso de que estos abandonaran el Govern catalán tal como sucedió el pasado viernes. Y en ellos es significativo que están en contra del 1-O.
La remodelación del Govern catalán tiene dos claves: por un lado hacer inevitable el apoyo en el Parlament de socialistas y podemitas al incorporar a su Govern a figuras próximas a los que hoy son sus aliados en el Congreso de los Diputados.
El primer paso del nuevo Govern es la aprobación de los presupuestos de la Generalitat en los que el voto de los comunes y socialistas será imprescindible. Pero los nuevos consellers ayudaran a ello.
Y por otro lado, es hacer borrar con la máxima celeridad cualquier influencia de Junts, que es lo mismo que decir la antigua CiU, en la administración de la Generalitat de Catalunya mediante la cesión de conselleries clave a nivel presupuestario como Salud, Economía o Política Territorial a cargos de ERC.
Solo recordar que su abuelo fue el último alcalde franquista de Pineda de Mar, su población. Y que después fundó Alianza Popular en Catalunya. Él, personalmente, firmó la esquela de Carrero Blanco.
Es molt curiós que les “noves” incorporacions d’@perearagones al @govern siguin totes persones furibundament contràries al #1Octubre i a la independència. És tan clarificador.
Ara a @elpentagon8tv— Pilar Rahola (@RaholaOficial) October 10, 2022
És un frau electoral. Repugnants.https://t.co/v4egr0RASU pic.twitter.com/QUfPEGLBwt
— craM||*||(Baphomed75)😈CDR (@baphomed75) October 10, 2022