El ministro de Sanidad de Alemania, Karl Luterbach, afirmó ayer domingo que muchos hospitales en Alemania podrán verse en situaciones límite ante el aumento del precio de la energía y por causa de la inflación, «a no ser que el gobierno federal presente algún tipo de ayuda».
«Si no reaccionamos de manera rápida y realmente drástica, habrá cierres», señaló el ministro en una entrevista dada a ARD. «Los hospitales se van a enfrentar a un problema de liquidez drástico en los próximos meses».
Unas declaraciones que tienen que ver con las que hiciera hace una semana la Federación de Hospitales alemana, donde señalaban que el déficit de financiación podría ascender a 15.000 millones de euros en 2022 y 2023. El ministro, sin embargo, no comparte estas cifras, puesto que señala que por el momento no se puede calcular el coste del próximo año. Desde la Federación de Hospitales detallaron que en sus estimaciones, el coste de la energía supondría un tercio de esa cantidad, y que el resto se refiere a «aumentos no refinanciados en los costos materiales».
Reunión mañana con el ministro de Finanzas
El ministro de Sanidad tendrá una reunión mañana, martes, con el ministro de finanzas alemán Christian Lindner, para abordar las alternativas y posibles soluciones en las que el gobierno pueda ayudar. Por el momento se ha descartado crear un fondo especial para mantener a flote las instalaciones médicas.
«Los hospitales están en una situación muy especial», señaló, pero «no podemos crear fondos especiales separados para cada ámbito», recoge RT.