La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss pasará a la Historia como una de las responsables de gobierno que menos tiempo ha estado al frente de su cargo.
Acaba de anunciar hace pocas horas que renuncia a su cargo, poco más de un mes después de haber tomado posesión.
Han sido 45 días turbulentos, durante los cuales, las propuestas económicas planteadas han conseguido derrumbar los mercados, ha perdido a dos ministros fundamentales de su gobierno y se ha quedado sin la confianza de quienes le auparon al poder.
“Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui electa por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador», ha dicho Truss en su discurso de renuncia.
“Esta mañana me reuní con el presidente del Comité de 1922, Sir Graham Brady. Hemos acordado que habrá una elección de liderazgo que se completará dentro de la próxima semana. Esto asegurará que permanezcamos para cumplir con nuestros planes fiscales y mantener la estabilidad económica y la seguridad nacional de nuestro país. Permaneceré como primera ministra hasta que se elija un sucesor”.
La primera ministra hizo que fuera el presidente de la cartera de Hacienda, Kwarteng, quien asumiera la responsabilidad del «minipresupuesto» presentado en septiembre, a pesar de haberlo presentado como un proyecto conjunto.
Después se anunció que se eliminarían los recortes de los impuestos planteados. Las propuestas que había defendido la primera ministra se desvanecieron en los primeros días de su gobierno mientras sus compañeros de partido iban dejando en evidencia la soledad de Truss.
El fracking, la gota que colmó el vaso
La última página del capítulo de Truss tuvo lugar ayer miércoles, cuando el parlamento sometió una propuesta laborista sobre el fracking a votación, donde hubo hasta gritos y empujones en los pasillos. Los compañeros de partido de Truss ni siquiera fueron capaces de mantener una postura unánime ante la propuesta, y dejaron en evidencia la enorme brecha existente entre los que habían apoyado a la primera ministra.
¿Quién sucederá a Truss?
Rishi Sunak o Penny Mordaunt podrían postularse como candidatos de unidad autoproclamados. Suella Braverman o Kemi Badenoch podrían dar el paso desde una postura más «derechista» del partido conservador.
Por el momento, Jeremy Hunt, que era otro nombre que se estaba barajando, ya ha anunciado que no tiene intención de presentarse.
Discurso de renuncia de la primera ministra
«Asumí el cargo en un momento de gran inestabilidad económica e internacional.
Las familias y las empresas estaban preocupadas por cómo pagar sus cuentas.
La guerra ilegal de Putin en Ucrania amenaza la seguridad de todo nuestro continente.
Y nuestro país se había visto frenado durante demasiado tiempo por el bajo crecimiento económico.
Fui elegida por el Partido Conservador con el mandato de cambiar esto.
Cumplimos con las facturas de energía y con el recorte del seguro nacional.
Y establecimos una visión para una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía las libertades del Brexit.
Reconozco, sin embargo, que dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador.
Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador.
Esta mañana me reuní con el presidente del Comité de 1922, Sir Graham Brady.
Hemos acordado que habrá una elección de liderazgo que se completará la próxima semana.
Esto garantizará que permanezcamos en el camino para cumplir con nuestros planes fiscales y mantener la estabilidad económica y la seguridad nacional de nuestro país.
Permaneceré como primer ministro hasta que se elija un sucesor.
Gracias.»
