Terrible historia en la guerra de Ucrania contra Rusia. Las autoridades ucranianas han asegurado este pasado martes que el Grupo Wagner ha comenzado a reclutar en las cárceles rusas a prisioneros que padecen de enfermedades infecciosas graves, como VIH y hepatitis C.
El Servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania sostiene que se trata de una práctica habitual por parte de esta conocida empresa privada de seguridad, presente en varios conflictos globales, sobre todo en África.
De acuerdo con esta información, el Grupo Wagner obliga a estas personas a usar brazaletes de colores para diferenciar a los combatientes que sufren alguna de estas enfermedades de quienes no, cuenta la agencia Ukrinform.
Al menos cien presos con alguna de estas enfermedades han sido reclutados de una colonia correccional situada en el pueblo de Metalostroy, en San Petersburgo. Ucrania ha asegurado que ya se han confirmado casos de combatientes enemigos apresados con hepatitis C o VIH.
«Entre los combatientes que se ven obligados a servir junto a los infectados, crece la indignación por esta situación. Se sabe que los médicos rusos se niegan sistemáticamente a brindar asistencia a los heridos con hepatitis o VIH», han asegurado las autoridades de Inteligencia ucranianas.
Hace unos días las mismas autoridades ucranianas afirmaron de que al menos 8.000 combatientes de esta empresa de mercenarios han estado participando en la guerra de Ucrania desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció hace ocho meses el inicio de lo que ha defendido como una «operación oficial».
Según Kiev, desde mediados del verano, Rusia ha enviado a unos 15.130 de sus presos a la guerra con Ucrania, una maniobra que también ha adoptado Ucrania a cambio de conmutar las penas de quienes se presten a combatir.
Algunos “voluntarios”, interrogados por la SBU ucraniana, “lucharon” en Ucrania durante dos días. Algunos llegaron el 21 de septiembre y al día siguiente uno ya fue hecho prisionero por las fuerzas ucranianas”.
El hombre capturado por el Servicio de Seguridad de Ucrania reveló que cuando Prigozhin lo reclutó a él y a otros prisioneros, les contaron una historia completamente diferente a lo que realmente sucedía en Ucrania.
El hombre le dijo a la SBU: “Nos usan como carne de cañón. Nuestro comandante nos envió adelante, al principio caminamos juntos y luego miramos hacia atrás, estaban muy lejos. Solo somos carne de cañón: saber dónde están las posiciones, quién está parado dónde… Somos como carne de cañón… Cuando nos reclutaron, nos contaron una historia completamente diferente”… Espeluznante.