Los eurodiputados del PP, PSOE y Cs siguen haciendo el ridículo en la Unión Europea, insistiendo en denunciar las supuestas “relaciones estrechas” que existen entre el entorno del presidente Carles Puigdemont y Rusia. Han aprovechado un debate sobre las injerencias rusas y extranjeras que se llevaba a cabo en la Eurocámara para, de nuevo, acusar a Puigdemont de haber trabajado con Rusia y Putin con el único objetivo, según ellos, de “buscar el caos, la desestabilización y la sangre”.
El debate, que se celebró este jueves, 27 de octubre, en Bruselas, contó con la presencia del periodista Jesús González Albalat y el investigador Nicolás de Pedro, que intervinieron y explicaron las investigaciones llevadas a cabo sobre las presuntas relaciones entre Rusia y el proceso independentista catalán. Tras el debate, intervinieron el eurodiputado del PP Javier Zarzalejos, el representante del PSOE Nacho Sánchez Amor y la eurodiputada de Cs Maite Pagazaurtundúa.
Zarzalejos ha apuntado a los presentes en la Eurocámara que los contactos entre el independentismo y Moscú son «reales», asegurando que hubo agentes rusos durante el referéndum del 1-O. En esta línea, el representante socialista ha denunciado una «interferencia directa» del Kremlin en Catalunya, afirmando que Rusia «animó» al independentismo a «romper un país y un sistema constitucional»: «Ni el concejal más ingenuo de un pueblo podría pretender que no sabía que habría consecuencias”, ha dicho, añadiendo que el independentismo actuó en 2017 bajo “el ansia desmedida de conseguir objetivos políticos”.
Por último, la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa ha denunciado las «relaciones estrechas» del entorno de Puigdemont con «personas cercanas» al presidente ruso, Vladimir Putin. El objetivo, ha dicho la representante de Ciutadans, era «buscar el caos, la desestabilización y la sangre», según recoge la agencia ACN.