La represión de estado español a todo lo que huela a soberanismo, independentismo, catalanismo u otros ismos que provengan de Catalunya, parece que es notoria y palpable. La sala penal de la Audiencia Nacional ha acordado abrir juicio oral al abogado Gonzalo Boye por supuesto blanqueo de capitales en la causa relacionada con el narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, conocido como ‘Sito Miñanco’.
El tribunal también ha acordado llevar a juicio a ‘Sito Miñanco’ y otras 47 personas por su presunta participación en dos operaciones de 2017 con las que pretendían introducir casi cuatro toneladas de cocaína y por la creación de un entramado criminal para blanquear el dinero obtenidos con la droga.
Así, la magistrada María Tardón, que instruye la causa, atribuye a Boye y otros dos abogados haber maniobrado para justificar la procedencia de 900.000 euros en metálico intervenidos en Barajas. Según la instructora, Boye habría participado en la elaboración de documentos y contratos de compraventa de letras de cambio para recuperar el dinero decomisado por la policía.
Cabe destacar que la señora Tardón es una magistrada fuertemente vinculada al PP. De hecho, entró en listas del Partido Popular en las municipales de Madrid en 1999 y ejerció de concejala. Asimismo, es sabido que Boye hace de abogado de líderes independentistas como Carles Puigdemont o Laura Borràs. Habrá que ver la imparcialidad de la jueza en un juicio que ya está bajo sospecha.
Hay que recordar que Tardón ha dirigido la cusa de manera sombría y polémica. Durante meses, mantuvo bajo secreto de sumario la macrocausa del entramado criminal vinculado a Sito Miñanco, y después abrió una pieza separada relativa al abogado Gonzalo Boye de manera que pocos entendieron.
Pero es que además ordenó el cacheo de su casa y del despacho, hizo copiar el contenido de su móvil y le citó a declarar una semana antes de una vista sobre la euroorden contra Puigdemont y en plena batalla en el tribunal de Luxemburgo para hacer valer la inmunidad del president exiliado como Eurodiputado.