A partir de hoy lunes, Rusia no podrá exportar petróleo a Europa transportado por mar. Es la consecuencia del acuerdo de los 27 Estados miembro como sanción por la invasión de Ucrania.
El embargo afectará al 90% de las importaciones europeas de petróleo ruso, unos 100 millones de toneladas, 730 millones de barriles anuales, según ha anunciado Úrsula Von der Leyen.
Desde el próximo 5 de febrero este embargo europeo afectará también a las importaciones de derivados del crudo con el objetivo de minar la capacidad de Rusia para financiar sus operaciones militares en Ucrania, según ha señalado Cincodías.
Al veto a las importaciones se suma el acuerdo de los países de la UE para fijar un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril. Si se vende a un precio superior, no podrá transportarse por las navieras europeas, ni ser asegurado por las compañías de la UE.
Las medidas también han sido adoptadas por los miembros del G7 y Australia.
Rusia ha contestado que no le faltarán compradores de petróleo y que estas medidas atentan contra la libertad de mercado y las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio).
«Venderemos petróleo y derivados de crudo solo a los países que trabajen con nosotros de acuerdo a las leyes del mercado, incluso si nos vemos obligados a reducir un tanto las extracciones», ha afirmado ayer domingo el viceprimer ministro ruso Alexander Novak.