El ejecutivo español está dispuesto ahora, tras el delito de sedición, a llevar adelante una reforma limitada del delito de malversación, por el que fueron condenados los líderes independentistas del Procés. Sin embargo, se llevaría a cabo dejando fuera los casos de corrupción y de lucro personal.
En conversación informal con los periodistas en el día de la Constitución, Pedro Sánchez ha hecho hincapié en el derecho comparado, en referencia a cómo se recoge esta cuestión en los códigos penales de países del entorno.
Así se ha referido a la posibilidad de modificar ese delito en el marco del debate parlamentario sobre la eliminación del delito de sedición. Con ese mismo argumento, todavía no hace ni dos semanas que el Congreso ya derogó el delito de sedición y el de modificar los desórdenes públicos.
Ante la posibilidad de que ERC aproveche la tramitación de la eliminación de la sedición para pedir también que se modifique la malversación, ha insistido en el argumento del Gobierno y del PSOE de que es necesario esperar a que se presenten las enmiendas y el grupo parlamentario socialista las estudie.
En cuanto a la malversación, [a su manera o a la carta] el presidente del gobierno español ha subrayado que no se va a retroceder en materia de lucha contra la corrupción, ni se van a rebajar penas que tengan que ver.
Al plantearle si podría haber alguna modificación de la malversación que beneficiara al expresidente andaluz José Antonio Griñán, ha reiterado sus argumentos y ha dicho que creía haber sido suficientemente claro garantizando que no se retrocedería en la lucha anticorrupción.