El president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, ha sido claro sobre el escándalo, ahora sí señalado por los partidos españolistas que lo controlan, por la manera de utilizar el Tribunal Constitucional (TC) a intereses partidistas de la propia política española y ese bipartidismo que ahora se disputa la elección de sus miembros.
«Catalunya ha sido el banco de pruebas cuando ha habido interferencias externas». Aragonès, ha apuntado que determinadas instituciones del Estado han terminado «capturadas» por la derecha nacionalista española. Lo ha dicho en referencia al pleno del Tribunal Constitucional (TC), que este jueves abordaba la petición del PP de paralizar la reforma del sistema de elección de magistrados.
«Ahora vemos que esto también ocurre con cualquier medida que tiene por voluntad la regeneración democrática», añadía en un contacto con la prensa ayer jueves desde Viladecans (Baix Llobregat). El presidente ha remarcado que es «necesario» continuar con el compromiso de superar el bloqueo a la cúpula judicial, porque «no es bueno para nada».
Cabe que indicar que el presidente del TC, Pedro González-Trevijano, acordaba ayer a petición de los 5 magistrados progresistas, aplazar al próximo lunes el debate previsto para el Pleno extraordinario de este jueves sobre el recurso que ha presentado el PP para frenar la tramitación parlamentaria de la reforma del propio tribunal, dando vía libre al Congreso de los Diputados para que pueda votar este mismo jueves.
El Pleno del Congreso aprobaba ayer jueves por la tarde la ley que suprime el delito de sedición, reforma el de malversación y modifica la elección de los dos magistrados del Tribunal Constitucional que corresponde nombrar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero lo ha hecho en una votación en la que no han participado ni el PP ni Ciudadanos.
El Pleno extraordinario del TC que abordará la petición del PP para frenar la tramitación parlamentaria de la reforma del propio TC se celebrará justo un día antes de que dicha reforma, y las demás enmiendas incluidas en la proposición de ley para eliminar la sedición, junto a la propuesta en sí misma, afronten su primer examen en el Senado, en la Comisión de Justicia.