La tensión está servida entre China y la Unión Europea (UE). La UE debe decidir este miércoles en una reunión qué tipo de pruebas negativas de Covid pedirán a los viajeros procedentes de China. Incluso, antes de su salida del país, como respuesta al auge de contagios al gigante asiático.
Ha sido la respuesta coordinada que han pactado los expertos de los Estados miembros en la reunión de la comisión de Salud de la Unión Europea. En los últimos días, países como España, Estados Unidos, India o Reino Unido, entre otros, habían anunciado restricciones y pruebas PCR a los viajeros procedentes de China. Otros, como Marruecos, han llegado a prohibir sus entradas en el país.
En Pekín, la respuesta coordinada de Bruselas ha generado un fuerte y expresivo malestar: califica las medidas de «desproporcionadas» e «inaceptables». «No creemos que estas medidas tengan base científica», clamó la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ming.
Pero gigante asiático no solo está molesto por el exhaustivo control sanitario de sus ciudadanos dentro de la UE, también acusa a los países europeos de utilizar las medidas anticovid con «fines políticos», y advirtió de que tomarán medidas «con principio de reciprocidad».