La prohibición de la entrada de patinetes eléctricos en los transportes públicos de Catalunya estará vigente a partir del 1 de febrero y durará, al menos, seis meses. Éste ha sido el día acordado para empezar a implantar la medida anunciada el pasado 19 de diciembre. La medida se aplicará en el metro, en los autobuses, en los tranvías, en Cercanías de Renfe y en los Ferrocarrils de la Generalitat.
Lo hacen a instancias de la Autoritat del Transport Metropolità –Autoridad del Transporte Metropolitano- (ATM) , que da así respuesta a la preocupación de los operadores de transporte público después de que un patinete eléctrico se quemara en el interior de un vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat. Las baterías de estos vehículos se fabrican con materiales altamente inflamables.
Durante los seis meses que durará, como mínimo, la prohibición, se terminará de terminar un reglamento definitivo elaborado por un grupo de trabajo formado por Protección Civil y Bomberos, que también estudiará si la medida temporal de prohibición de los patinetes debe ser definitiva o no. Para intentar facilitar la movilidad de los usuarios habituales de patinetes, ahora también se podrán dejar en los aparcamientos gratuitos de Bicibox que hay en los municipios de los alrededores de Barcelona.
La presidenta de TMB, Laia Bonet, explicó que el objetivo de la medida es evitar otro accidente como el ocurrido en el vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), pero con consecuencias graves. En aquella ocasión, el tren estaba detenido en una estación y con las puertas abiertas. «No queremos imaginar un incidente con mayores daños», apuntó.