Contundentes palabras del president en el exilio Carles Puigdemont: «Que nadie tenga ninguna duda, no volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. No voy a avalar con mi beneficio personal una política que pretende criminalizar el anhelo de los catalanes de vivir en un país libre».
A juicio de Puigdemont, la nueva decisión del juez instructor Pablo Llarena, que retira la petición de extradición por sedición pero mantiene la de desobediencia y malversación, “deja clara la interpretación del TS y no es nada positiva, como esperaban los promotores de la reforma”, en una alusión, sin citarlos, tanto en ERC como en PSOE y Podemos.
«No pido a las autoridades españolas ningún beneficio por mi situación personal», ha indicado el también presidente del Consell per la República en una idea que defiende desde el principio del exilio. «Denunciamos desde el primer día las vulneraciones de nuestros derechos políticos como representantes de los ciudadanos de Catalunya», ha añadido en referencia a la petición de Llarena en el Parlamento Europeo de tomar la inmunidad como eurodiputados a él, Toni Comín y Clara Ponsatí, ya la decisión de aceptar la petición de la eurocámara. Una decisión recurrida por los tres afectados en el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE).
Puigdemont también ha asegurado: “Estamos al final del recorrido de la batalla judicial europea y la libraré hasta el final. Porque soy consciente del valor político que tiene mantenerla y del daño que haría que la dejara correr por el hecho de que personalmente me conviniera más”.
Por todo ello, el expresidente de la Generalitat exiliado afirma que asume «también el riesgo que comporta que el resultado de la batalla europea no sea el esperado». Pero considera que el riesgo es “mucho más alto” si “aceptamos la idea de que en octubre del 2017 hicimos algo distinto que el de cumplir democráticamente con nuestro compromiso y que esto merece algún tipo de condena”.
El mensaje de Puigdemont ha terminado con una clara alegoría a la independencia de Catalunya: «Yo no avalaré con mi beneficio personal una política que pretende criminalizar el anhelo de los catalanes de vivir definitivamente en un país libre».
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