Rotunda, demoledora y definitiva confirmación: las acciones del CNI sobre Carles Puigdemont cuando ese se encontraba en Alemania, fueron ilegales. Así lo concluye un estudio elaborado por expertos del Parlamento alemán, el Bundestag, que expone claramente que las técnicas de vigilancia digital, es decir, el espionaje, que llevó a cabo el CNI cuando Puigdemont estaba en Alemania y que permitieron la su detención no sólo fueron mala praxis, sino que iban contra la ley alemana, según avanzaba ElNacional.cat.
El informe ha sido elaborado por los servicios científicos del Bundestag bajo el encargo del diputado de izquierdas Andrej Hunko. Ya advertimos, en 2018, que la detención de Puigdemont podía ser ilegal, ya que la policía de un estado no puede actuar fuera de sus fronteras sin la autorización correspondiente, y además, tal y como apuntaba abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, poner objetos señalizadores que envían señales por GPS bajo los coches tampoco es legal, algo que solía suceder.
Cabe recordar que Puigdemont fue detenido en Alemania por la policía de carreteras alemana, y en ese momento, medios españoles informaban de que agentes del CNI habían comunicado a los servicios de inteligencia alemanes que Puigdemont estaba a punto de atravesar la frontera, algo que sabían porqué habían manipulado los teléfonos y colocado los objetos señalizadores debajo del coche para recibir la señal por GPS.
El hecho de que el CNI accediera a la localización, los mensajes o llamadas de Puigdemont cuando estaba en Alemania habría requerido la ayuda de una autoridad del país que tuviera acceso a las interfaces de escuchas telefónicas. Sin embargo, también existen otras formas de acceder a ellas, como usando un software espía, como sería Pegasus (y todos sabemos que España es uno de los países donde la policía ha utilizado este programa contra políticos y activistas independentistas), según expone el informe.
Ahora, el abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, podría intentar esclarecer la presunta persecución del CNI en Puigdemont cuando estaba Alemania, solicitando a los servicios de inteligencia alemanes consultar los datos almacenados sobre ese período de tiempo. Sin embargo, si la persecución y el espionaje se llevaron a cabo desde España, no podría demostrarse, porque en Alemania no habría ningún registro.
