El posicionamiento y los intereses mandan en cualquier conflicto bélico. El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, volvió a convenir este sábado con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, en que es «vital» que los socios internacionales «aceleren» su asistencia a Ucrania para repeler a las fuerzas rusas. Los británicos los más interesados en `derrotar’ al Kremlin (los únicos que no entran en el juego de sumisión de los Paises de habla inglesa sobre el resto), sigue en el negocio de la guerra, el económico o el geopolítico. El arnés de Londres lo lleva sujeto de la mano los EEUU.
Una portavoz de Downing Street -oficina y residencia oficial del jefe del Ejecutivo- señaló que ambos líderes hablaron hoy por teléfono y «abordaron la situación sobre el terreno que se vive en Ucrania». «El primer ministro dijo que está centrado en asegurarse de que el equipamiento militar defensivo del Reino Unido alcanzaba el frente (en Ucrania) lo antes posible», apuntó. La portavoz agregó que «como parte de esos esfuerzos, los soldados ucranianos ya habían comenzado su formación en el Reino Unido esta semana con los tanques Challenger 2».
El mandatario conservador visitó la semana pasada un campo de entrenamiento militar donde soldados ucranianos comienzan ya a familiarizarse con el manejo de esos tanques. En su conversación con Zelenski reconoció su admiración por el «coraje» de las tropas ucranianas, que a su vez le transmitieron su gran respeto por el «potente liderazgo» demostrado por el presidente desde el primer día de la invasión rusa, hace casi un año. «Ambos líderes coincidieron en la importancia de que los miembros de la ONU demuestren una vez más su solidaridad con Ucrania», dijo Downing Street cara al aniversario de la guerra de agresión, el 24 de febrero.
Sin embargo y a pesar de toda la ayuda, el Ejército ruso mantiene su presión en el este de Ucrania, donde reivindica avances a «posiciones más ventajosas» y mantiene la amenaza a varias ciudades mientras que Kiev trata de resistir y celebra el anuncio de más ayuda de EEUU. «A consecuencia de las acciones ofensivas de las unidades de la agrupación ‘Zapadni’ (Occidental) el ‘enemigo’ fue expulsado de las inmediaciones occidentales de la localidad de Dvurechoe, en la región de Járkov», declaró el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, en su parte de guerra.
El primer ministro británico Sunak se enfrenta a una mayor presión interna que externa respecto al compromiso británico de ayuda a Kiev. Su ex jefe y ex primer ministro Boris Johnson trata de mantener un papel destacado como aliado de Zelenski al tiempo que su círculo parlamentario y donantes de peso están abonando el campo de acción para forzar su retorno al centro de la política británica. Johnson pidió la entrega de aviones de combate a Kiev en una reciente visita a Washington. El mes pasado viajó a Ucrania en una visita programada al margen de Downing Street, que coincidió con alusiones en prensa sobre nuevas presuntas irregularidades durante su mandato gubernamental.
Mientras tanto Europa, en este caso Alemania, ya es consciente que esta guerra está destilando más odio del que se habla, no solo por territorios, y aboga por un juicio internacional sobre lo que está pasando tras recabar «indicios» de crímenes de guerra. El fiscal general de Alemania, Peter Frank, llamado este sábado a la apertura de un proceso judicial internacional sobre crímenes de guerra en Ucrania tras confirmar que los investigadores alemanes han encontrado «indicios» de estos delitos durante su investigación de la guerra con Rusia. «Le toca decidir a la comunidad internacional si este proceso tendrá lugar a través del Tribunal Penal Internacional o de un Tribunal Especial para Ucrania», ha hecho saber en declaraciones al dominical del diario ‘Die Welt’, recogidas por anticipado por la agencia DPA… (EP)