Otra multitudinaria manifestación el pasado sábado por la tarde en el centro de Barcelona para denunciar la infiltración de un policía nacional en movimientos sociales en Sant Andreu. Con el lema «La violencia policial es violencia patriarcal», la marcha ha bajado por el paseo de Gràcia desde los jardines de Gràcia. Después han caminado hasta la calle de Bailèn con Diputació, cerca del Departamento de Interior, blindado de policía.
Llegados a este punto leyeron un manifiesto y desconvocaron la manifestación, aunque continuaron la marcha bajando por la calle de Bailèn hacia el centro de la ciudad. Algunos de los casi mil manifestantes llevaban la cara tapada con una careta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y gritaban: «Ministerio de Interior cómplice y torturador». De hecho, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha enviado una carta a Marlaska, para trasladarle su preocupación por la infiltración del agente.
Entre los manifestantes estaban miembros de La Cinètika, uno de los primeros centros sociales donde el agente se infiltró. «Nos sentimos atacadas y vulnerables por la infiltración, pero no nos someteremos a este golpe represivo y continuaremos afrontando la violencia institucional», explican en un comunicado miembros de La Cinétika. Los manifestantes piden explicaciones al gobierno español sobre la infiltración y denuncian que se encuentran amenazados por «persecución policial sistemáticamente».
Hay que recordar que el miércoles pasado un millar de activistas y entidades se manifestaron contra la infiltración del agente de la Policía Nacional. Fue la primera protesta en Barcelona y cortó el paseo de Fabra i Puig y la calle de les Monges, frente al centro ocupado La Cinétika.
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