Los equipos de rescate por el terremoto están luchando en Turquía contra todo tipo de materiales de construcción derribados mientras mucha gente se pregunta cómo es que algunos edificios se han mantenido totalmente de pie y otros han quedado destruidos.
Y es que allí donde hubo edificios, ahora hay montañas de escombros. Entre los que se han derrumbado, también sorprende que algunos lo hayan hecho de manera especialmente devastadora, con las placas de hormigón apiladas una sobre otra.
Tras el terrible terremoto de 1999, en el que murieron 17.000 personas y un millón quedaron sin casa, el gobierno turco endureció las normas para realizar las construcciones más resistentes a los movimientos sísmicos.
Pero en 2018 se concedió una amnistía para los casos que no hubieran cumplido la norma. Así, a cambio del pago de una tasa especial, se legalizaron hasta 13 millones de construcciones que hasta entonces violaban la ley.
Con las tasas recaudadas, el Estado ingresó más de 4.000 millones y medio de dólares, que teóricamente debían destinarse a mejorar las condiciones de estas infraestructuras. Pero no ha habido ninguna transparencia respecto a lo que se ha hecho con ese dinero.
En cuanto a los constructores que no habían aplicado la normativa, ya habían salido ganando, en muchos casos, utilizando materiales de baja calidad. Se pueden ver imágenes donde en la misma zona unos edificios han caído y otros han soportado el seísmo. Todo ello incrementó el crecimiento económico del país, un beneficio que el presidente Erdogan pudo atribuirse.
Erdogan en el ojo del huracán
El presiente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan ha visitado in situ la zona siniestrada: «En un momento como éste, no puedo soportar que la gente haga campañas negativas por interés político», ha dicho a los periodistas desde la provincia de Hatay, en el sur del país.
Para Erdogan, que ya está siendo señalado como responsable de la magnitud del desastre por el posible caso de corrupción urbanística, dice que era «imposible estar preparado por un desastre como éste», pero asegura que el gobierno trabaja para acelerar las labores de rescate. Pero según EFE la oposición tiene otras hipótesis sobre lo sucedido.
Horas más tarde de las palabras de Erdogan se supo que las autoridades turcas habrían bloqueado, o al menos frenado, ayer miércoles por la tarde el acceso a la red social Twitter, coincidiendo con el creciente malestar público contra el presidente. Un terremoto que entre en Turquía y Siria ya se contabilizan cerca de 18.000 muertos y más de 60.000 heridos.
Según ha informado el diario Cumhuriyet, dos de los tres operadores de internet han bloqueado el acceso a Twitter por completo, mientras que el tercero permite un acceso más lento. No sería la primera vez que las autoridades turcas corten el acceso a las redes sociales después de catástrofes, atentados terroristas o protestas sociales y políticas.