Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, nieto del anterior jefe de Estado, Juan Carlos I y sobrino del actual, Felipe VI de Borbón, ha vuelto a se noticia hace unos días. La Policía Municipal de Madrid desalojó el domingo un establecimiento de la capital con licencia de sauna que funcionaba como sala de fiestas y after. Lo hicieron por exceso de alojamiento y, al identificar a los clientes, encontraron a, como le llaman ahora en diferentes medios, «Felipe Juan Froilán de Todos los Antros».
EL problema está viniendo ahora con sus escoltas, que literalmente no pueden más. Froilán tuvo a unos escoltas asignados cuando viajó a Abu Dabi recientemente donde vio a su abuelo Juan Carlos I. Escoltas que todavía le acompañan y de los que se ha sabido exactamente, cuál es su trabajo. Personas cercanas a estos miembros de seguridad han hablado explicando que el trabajo de esos escoltas se centra principalmente en «vigilancia» aunque también tienen «sus limitaciones».
La Casa Real decidió asignar tres escoltas a Froilán antes de su viaje a Abu Dabi tras el funeral de Constantino de Grecia, y estos todavía le han acompañado a su regreso a Madrid en el que el joven ya se ha visto envuelto en varias polémicas en los últimos días. Por un lado una reyerta a la salida de una discoteca en la calle Goya de Madrid donde se sacaron navajas, y por otro lado, el desalojo días atrás del after clandestino, un local considerado ‘ilegal’, en el que se encontraba con algunos amigos, donde había menores, drogas y un aforo no permitido por mucho.
El trabajo de estos agentes, según indica VozPopuli, es proteger a Froilán, pero a estos ‘guardaespaldas’, les ha tocado la «difícil tarea» de ser unos «cubre-babies». Este término, explican, sirve para referirse a todos aquellos escoltas que tienen que seguir «a cualquier VIP joven», ya sea el hijo de alguna autoridad del Estado… o un político joven.
Ese apelativo, de hecho, se puso de moda en la década de los 90 en el equipo de escoltas de la Guardia Civil, que tuvo que proteger a un joven político vasco, que sigue en activo, y al que «acompañábamos tanto a la universidad… como a las discotecas». Ese ‘baby VIP’, afirman las fuentes consultadas por ese diario, era»mucho más controlable que otros» que, como Froilán, «ponen muchas limitaciones y restricciones en la labor de protección».
Una actitud que dificulta el trabajo de los escoltas y que «provoca situaciones como las que él protagoniza»… Desde el entorno de Casa Real reconocen la «preocupación» existente en Zarzuela por la situación de Froilán: «Es un problema real, porque no es controlable y sus polémicas son utilizadas para desgastar la imagen de la institución»… Como dicen algunos periodistas, Froilán es en estos momentos, el ‘puto amo’ de la fiesta madrileña…
