El abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Andreu van den Eynde, ha opinado que el Tribunal Supremo ha hecho «trampa» a la hora de interpretar de «forma sesgada» las modificaciones legislativas sobre la malversación de fondos públicos a los dirigentes independentistas catalanes juzgados por el 1-O.
Van den Eynde cree que la decisión de mantener las penas de más de diez años de inhabilitación por malversación para Junqueras, Romeva, Dolors Bassa y Jordi Turull es una nueva prueba de que la interpretación de la ley no es «previsible» cuando se trata de los políticos independentistas catalanes.
Por ello, ha anunciado que recurrirán la decisión «para seguir denunciando la deriva de siempre, que el poder judicial reinterpreta la ley cuando le conviene para efectuar represión política». «Nuevamente, la letra de la ley no importa, y prueba de ello es que nadie sabe cómo se interpretará la ley y todo el mundo da por supuesto que el poder judicial lo hará como quiere», ha argumentado.
El abogado ve «extraño» que el Supremo diga que la eliminación de la sedición deja «el Estado desarmado», pero al mismo tiempo esto no tenga ningún impacto en la pena de inhabilitación. «Es impensable desde una lógica jurídica», considera. «Que interpreten la malversación por suplir la desaparición de la sedición, es una trampa», ha añadido.
Y lo afirma con rotundidad al considerar que los magistrados han hecho una «interpretación extensiva, una analogía contra los condenados». «No es lógico, pero nos tienen acostumbrados y nos da fuerza a Europa, donde llevaremos esta interpretación sesgada del derecho», ha remachado.
El abogado dice que su tesis principal en Europa, «que tiene acogida», es «la imprevisibilidad en la aplicación del derecho penal en el caso catalán». «No sabemos qué juez nos juzgará, qué ley nos aplicarán, qué pena nos impondrán, pero no es porque no sabemos leer el derecho, sino porque el derecho se reinterpreta de forma imprevisible», ha relatado. «España se aparta del imperio de la ley, porque si la interpretara según está escrita, todo el mundo sabría la pena, y eso nunca ocurre», ha concluido.