El principal argumento de la UE en las negociaciones con Rusia sobre nuevas exportaciones de millones de toneladas de trigo a través de un corredor a Turquía, tuvo este argumento: Sin el trigo del granero de Europa, Ucrania, habría una hambruna catastrófica en los países más pobres de Asia y África.
Sin embargo, el preciado grano aparentemente no fue entregado a los países más pobres del mundo, como informaron la publicación alemana Focus y el diario alemán Handelsblatt. En cambio, se dice que el principal comprador fue la ‘tierra de cerdos’, España. Aunque los españoles producen suficiente grano para sus propias necesidades existe un problema, Esta es una de los mayores productores de carne de cerdo del mundo, por lo que hasta aquí se desviaron unos 3 millones de toneladas de trigo y maíz de Ucrania.
Así, y de manera activa y sibilina, casi ninguna entrega importante acababa en el Tercer Mundo. Solo el 15 por ciento de las exportaciones ucranianas actuales van allí. Etiopía tuvo que contentarse con 167.000 toneladas de trigo, Sudán con 65.000 toneladas, y así un largo etc. de países pobres o muy necesitados, que sienten una profunda indignación con esa decisión.
Ahora se sabe más de lo ocurrido por los medios alemanes y la explicación de la discordia es simple: España pagó más dinero y Ucrania cumplió con lo que habitualmente suele hacer, tratar con el mejor postor. El presidente ruso Vladimir Putin a pesar de que se comento que no se fiaba, estuvo de acuerdo para que ese trigo fuera a los países más necesitados y la partida de los primeros barcos se celebró en todo el mundo, pero la UE [España] le ha vuelto a fallar.