La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presidida por Manuel Marchena, ha inadmitido una querella de Vox contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el líder de ERC, Oriol Junqueras, los ministros y consellers que integran la mesa de diálogo y los portavoces de Podemos y del PSOE en el Congreso por delito de conspiración para la rebelión.
El Tribunal concluye que “no existe ninguna base mínimamente sólida que permita considerar que los querellados conspiren para cometer un delito de rebelión (levantamiento violento y público con alguna de las finalidades penalmente típicas) o que se encuentren en cualquier fase orientada a la preparación de lo mismo”.
Según el tribunal, la querella de Vox «constituye, en su conjunto, una impugnación o crítica en la línea política del gobierno de España en relación al proceso que fue juzgado en nuestra sentencia del 14 de octubre de 2019», es decir, en la sentencia del Procés.
La crítica de Vox, continúa el auto de la Sala, es “plenamente legítima en el plano político, como legítima es también la posición en contra”, y por tanto “será en el ámbito político, y en último y soberano término en el propio del contencioso electoral, donde deberá ventilarse”.