El gobierno español rechaza «claramente» la «decisión errónea» de la empresa Ferrovial, una de las grandes del Ibex-35, de trasladar su sede a los Países Bajos. Así lo ha expresado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, al presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, en una conversación telefónica que han mantenido esta mañana.
Fue Calviño quien llamó a Del Pino, según explicaron fuentes ministeriales, que consideran que no es «aceptable» que Ferrovial «muestre esta falta de compromiso con su país». Argumentan que «se trata de una empresa que lo debe todo a España», donde «ha nacido y ha crecido gracias a la inversión pública de los ciudadanos españoles». Hay que recordar que del Pino es el tercer español más rico del país en 2022 con un patrimonio estimado de 3.800 millones de euros según Forbes.
Remarcan, además, que sería «paradójico» adoptar esta decisión en un momento en el que existe una «importante atracción de inversión extranjera» y un proceso «sin precedentes» de inversión pública en sectores en los que Ferrovial está presente. La portavoz del gobierno español y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha coincidido en que «es una empresa que ha nacido y lo debe todo» a España.
Desde el Ministerio de Hacienda, María Jesús Montero también destacó el aumento de las inversiones extranjeras y valoró que «la estabilidad que ofrece España es muy importante para los inversores extranjeros». Considera, además, que «no hay ningún riesgo de que la parte de inversión que ya estaba en España se desplace y, por tanto, tributará en el país». Además, aseguró que se mantendrán los puestos de trabajo.
Montero, por su parte, dice que es «curioso» que estos planes se anuncien durante una presentación de resultados que no han sido tan buenos como se esperaba. «Habrá que estar atentos a otras motivaciones que lleven a la compañía a querer trasladar la sede», ha añadido.
Desde el Partido Popular, mientras el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, alertó de un posible «efecto contagio», la secretaria general, Cuca Gamarra, apuntó directamente a Calviño, a quien pidió que se pregunte si ha hecho algo para «empujarla a tener que irse». También se está «permitiendo que sea vapuleado nuestro tejido económico y empresarial, incluso por el propio gobierno», ha añadido.
Desde Unidas Podemos, el socio del PSOE en el gobierno español, en cambio, han acusado a los responsables de Ferrovial de ser «antipatriotas» que quieren irse de España para pagar menos impuestos. «Su patria es el dinero», ha declarado Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados, quien ha acusado a Ferrovial de ser una empresa «manchada por la corrupción» que obtuvo «beneficios récord».
Recordó también que el presidente de Ferrovial es «el tercer hombre más rico de España», como recoge el último ranking elaborado por la revista Forbes. Ferrovial se irá si lo decide la inmensa mayoría de sus accionistas. Si así fuera, dejará en España una huella llena de grandes obras, pero también de algunos escándalos.