El Fons Català de Cooperació al Desenvolupament -Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo- (FCCD) denuncia que se está dejando de lado el conflicto que vive el pueblo del Sáhara Occidental, algo que se ha reforzado por las últimas crisis humanitarias, como la de la guerra en Ucrania o el terremoto en Turquía y Siria.
La entidad se encuentra esta semana de visita en los campamentos saharauis de Tindouf, en Argelia, de la mano con la Coordinadora Catalana d’Ajuntaments Solidaris -Coordinadora Catalana de Ayuntamientos Solidarios- con el Pueblo Saharaui, concejalas de diferentes consistorios catalanes y diputados del Parlament de Catalunya, la primera que se hace desde el estallido de la pandemia y de la rotura del alto al fuego en el Sáhara Occidental. Los electos quieren así fortalecer el vínculo y destacar la necesidad de seguir apoyando a los refugiados.
El viaje se realiza en un momento en el que los cooperantes destacan que el conflicto saharaui ha quedado en el olvido, después de casi 48 años desde que los refugiados se instalaron en terrenos de Argelia una vez Marruecos ocupó parte del su territorio. Pese al apoyo que ha tenido históricamente la comunidad desde Catalunya, el FCCD admite que conflictos como el de Ucrania o el devastador terremoto en Turquía y Siria han contribuido a invisibilizar la situación que se vive en este rincón de África.
Con la voluntad de poner el conflicto en la agenda internacional, tanto política como mediática, la delegación desplazada reúne a políticos de formaciones diversas, como ERC, Junts, PSC, En Comú Podem o la CUP. «No se trata de un tema de color político concreto o de gobiernos, queremos enviar un mensaje transversal de solidaridad del pueblo de Catalunya con el saharaui», detalla en declaraciones al ACN David Minoves, presidente del FCCD.
La situación de estancamiento del conflicto se ve agravada por la voluntad de muchos jóvenes de los campamentos, que quieren irse para buscar un futuro fuera de su entorno. “Marruecos bloquea cualquier opción de diálogo, y buscan apoyos pero no responden a las aspiraciones del pueblo saharaui”, destaca Minoves, quien señala que desafortunadamente la única manera que el pueblo refugiado ha encontrado para hacerse sentir ha pasado por reanudar el conflicto armado.
«Responden a la vulneración de los acuerdos de paz, en los que Marruecos ocupó unos terrenos liberados por el Frente Polisario», apunta.
Crece el desconocimiento
De hecho, señala que según se refleja en una reciente encuesta encargada por la Coordinadora de Ayuntamientos Solidarios con el Pueblo Saharaui, el 50% de los catalanes conoce el conflicto del Sáhara Occidental. «Esto implica que un porcentaje muy elevado no lo conoce, sobre todo de gente más joven, que no tiene memoria del conflicto, porque desaparece de la esfera mediática y de las prioridades políticas», detalla.
El mismo estudio señala que un 75% de quienes conocen la situación optan por la propuesta de Naciones Unidas para dar voz al pueblo saharaui a través de un referéndum.
Por este motivo, los municipios optan por dar voz a la causa, explicando la situación histórica a la población. “Se les ha abandonado, y no está sobre la mesa a menos que pase algo como que Pedro Sánchez envíe una carta al Reino de Marruecos para trasladarles que sus terrenos los reconoce como marroquíes”, señala Gemma Aristoy, presidenta de la coordinadora municipal.
Desde los consistorios se trabaja en la divulgación del conflicto con campañas, exposiciones fotográficas o actos como la colgada de la bandera oficial el día de la proclamación de la República Saharaui. De la misma forma, la voluntad con el viaje es conocer en qué situación se encuentran los campamentos y sus infraestructuras a día de hoy.
Una de ésta es el hospital nacional, donde trabajan más de 120 personas, pero que tiene importantes deficiencias estructurales y de equipamiento, y donde este sábado se han reunido con el ministro de Salud. También los ocupa los conjuntos de campamentos, las ‘wilaies’, que se encuentran en un prolongado estado de provisionalidad a la espera de poder recuperar algún día su auténtico hogar.