Otra de las víctimas de la infame ‘Operación Catalunya‘ y la intervención de las ‘Cloacas del Estado’ con el excomisario José Manuel Villarejo como mano ejecutora, vuelve a ser recordada, en este caso por La Vanguardia. Ella misma desveló el pasado mes de julio en una entrevista en ‘El Món a RAC1’ que decidió dejar el Barça «harta» del «chantaje» a la que le sometieron las cloacas del Estado para que corroborara unas informaciones contra la familia del president de la Generalitat Jordi Pujol.
Este pasado jueves el citado diario daba una nueva información que explica la enorme injusticia que ha sufrido Monje. Este indica que el comisario Villarejo recibió un encargo para hacerla la vida imposible a Susana Monje, que además de directiva del Barça entonces era miembro de la familia propietaria de la empresa constructora Essentium, como también nos recuerda Roger Torrelló desde el diario MD.
La misma información detalla que Villarejo pidió un millón de euros (provisión de fondos más una comisión por el éxito de la operación) «por hundir la empresa de Monje», que acabó cerrando, y hacerle la vida imposible a la empresaria. Villarejo pone en marcha la maquinaria para desprestigiar a Susana Monje después de una charla con el abogado Javier Iglesias, un asiduo en los negocios de comisionario y relacionado entonces con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Después de que fuera admitida a trámite por un juzgado de Madrid la demanda del ex presidente Sandro Rosell contra la ‘Operación Catalunya’, Susana Monje y su familia están estudiando con sus abogados todos los escenarios. No hay que olvidar que los Monje tuvieron que acabar cerrando su empresa, que facturaba 500 millones de euros, por las «noticias falsas» que salían de las cloacas del Estado en su contra.