Los graves problemas económicos de algunas firmas financieras de renombre en los Estados Unidos vuelven a la palestra como en el 2008. La quiebra el pasado viernes del Silicon Valley Bank (SVB), entidad financiera especializada en startups que tuvo que ser intervenida el viernes por las autoridades estadounidenses, es el ejemplo más reconocido.
Después de que sus acciones se desplomaran en dos jornadas consecutivas debido a sus graves problemas de liquidez. El SVB no es una entidad menor: tiene 209.000 millones de dólares (196.192 millones de euros) en activos y alrededor de 175.400 millones de dólares (164.651 millones de euros) en depósitos.
A ello hay que sumar el cierre el domingo de otro banco, el Signature Bank, radicado en Nueva York y especializado en criptomonedas. Esta entidad es un poco más pequeña que el SVB: cuenta con 110.000 millones de dólares (102.670 millones de euros) en activos y unos 88.600 millones de dólares (82.700 millones de euros) en depósitos. Sin embargo, estas dos caídas en 48 horas ha provocado los primeros atisbos de pánico en los mercados.
Además el Bank of England acaba de declarar insolvente la filial en Reino Unido de Silicon Valley Bank (SVB). La decisión se produce menos de 24 horas después del colapso ayer viernes de su matriz en EEUU, propagando así el miedo a un contagio global ante la posible quiebra de miles de startups y firmas de capital riesgo que tenían sus fondos depositados en esta entidad. Se trata del segundo mayor colapso financiero en la historia de EEUU desde 2008: SVB gestionaba 209.000 millones de dólares en activos.