La princesa Leonor de Borbón y Ortiz tendrá formación castrense, a partir de agosto de este año, y formará directamente y sin más, con el número uno del escalafón, de las promociones que salgan en 2027 desde las academias del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio.
En este primer curso, los alumnos dedican nueve semanas a recibir instrucción como combatientes y a las prácticas en el mando. Una formación en la que realizan diferentes actividades como «marchas, recorridos topográficos, ejercicios de tiro con fusil de asalto y pistola en simulador, ejercicios de fuego real con diversas armas individuales».
Para esta fase, los alumnos ya visten de uniforme y Leonor debe tener claras las siguientes normas: puede llevar pendientes de bola que no superen el lóbulo de la oreja. En el caso de querer maquillarse, debe hacerlo de forma poco llamativa. En cuanto a su melena, siempre recogida en un moño bajo. La Academia aconseja portar en el neceser redecillas y horquillas para fijar el moño.
Para resumir cual es la función e intención de esta Academia General Militar, que muchos ven como una educación anacrónica e innecesaria para una futura jefe de Estado. Y que más bien está sacada del decálogo del anterior caudillo, el golpista Francisco Franco, que fue su director como General más joven, hay que entender los «10 Mandamientos» del cadete…
Decálogo del Cadete
Leonor y sus compañeros deberán marcase a fuego los diez deberes del Cadete:
– «Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey [su padre], exteriorizado en todos los actos de su vida».
-«Tener un gran espíritu militar, reflejado en su vocación y disciplina».
– «Unir a su acrisolada caballerosidad constante celo por su reputación».
– «Ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio».
– «No murmurar jamás ni tolerarlo».
– «Hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores».
– «Ser voluntario para todo sacrificio, solicitando y deseando siempre el ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga».
– «Sentir un noble compañerismo, sacrificándose por el camarada y alegrándose de sus éxitos, premios y progresos».
– «Tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver».
– «Ser valeroso y abnegado».