La eurodiputada Clara Ponsatí ha quedado en libertad tras declarar ante el juez en la Ciudad de la Justicia. El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha citado a Ponsatí el próximo 24 de abril a las 11 de la mañana para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia. Llarena ha dejado sin efecto el orden de detención así como la rebeldía acordadas en su día.
También ha establecido que es necesario que la exconsellera de la Generalitat designe domicilio y teléfono donde pueda ser localizada y que comparezca ante el órgano judicial cuando sea llamada, advirtiendo que si lo incumple se puede modificar su situación personal y puede ser detenida. Los Mossos han detenido a la exconsellera en plena calle tras comparecer ante los medios a su regreso a Catalunya y le han llevado directamente a la Ciudad de la Justicia.
El juez Llarena ha notificado su decisión a las partes y en el juzgado de guardia de Barcelona. Inmunidad, pero no para procesos previos En el escrito Llarena recuerda que el 21 de marzo de 2018 se dictó procesamiento contra Ponsatí por posible rebelión o sedición, así como de malversación de caudales públicos. El 9 de julio del mismo año el instructor la declaró en rebeldía. Posteriormente decayó el delito de rebelión y malversación, ya raíz de la reforma del Código Penal, se reformulaba la acusación a desobediencia.
El 12 de enero de 2023 se ratificó la declaración de rebeldía y se ordenó la detención a nivel estatal para tomarle declaración. Llarena dedica buena parte de sus fundamentos jurídicos a analizar el hecho clave de la detención de Ponsatí, que es la inmunidad como eurodiputada. Y en este sentido opina que esta garantía “protege ante la apertura de procesos concebidos para alterar y perturbar el normal funcionamiento de la cámara legislativa, no para impedir el desenlace de una causa penal en la que el diputado o senador electo ha sido ya procesado”.
En este sentido, considera que “la exigencia de autorización legislativa para que el poder judicial culmine un proceso penal iniciado cuando los procesados no eran diputados o senadores electos, supondría subordinar el ejercicio de la potestad jurisdiccional a una tutela parlamentaria ajena a la equilibrio de poderes diseñado por el poder constituyente”.
Más allá de eso, Llarena considera que dado que la pena prevista para el delito de desobediencia del nuevo Código Penal es de multa e inhabilitación sin pena de prisión asociada, y que el ordenamiento jurídico español no permite proseguir el procedimiento sin antes recibir declaración de la procesada, «procede acordar la citación personal de la procesada para que, con presencia de las acusaciones y del resto de partes personadas, comparezca ante este tribunal» para tomarle declaración.
Una vez acordado este extremo, «se deja sin efecto la declaración de rebeldía, así como la búsqueda y captura ordenada contra ella», al tiempo que se deja también sin efecto el orden de detención. El juez pide a Ponsatí que designe domicilio y teléfono y le advierte de la obligación de comparecer tantas veces como sea llamada. Si no lo hiciere, se le modificará la situación personal y será conducida ante el tribunal por la fuerza pública. Por todo ello, el juez acuerda la libertad provisional de Ponsatí y la cita a declarar el 24 de abril a las 11 de la mañana.
Clara Ponsatí viaja camino de Bruselas
La exconsejera y eurodiputada Clara Ponsatí ha viajado hacia Bruselas este miércoles. Ponsatí ha ido al aeropuerto de El Prat a primera hora de la mañana para dirigirse al pleno de la Eurocámara. La exconsejera fue detenida este martes, declaró ante el juez y finalmente fue puesta en libertad al regresar a Catalunya sin entregarse a las autoridades después de cinco años en el exilio.
Ponsatí tenía una orden de detención en España por un delito de desobediencia por la organización del referendo del 1 de octubre. Como miembro del Parlamento Europeo por Junts, también tiene inmunidad europarlamentaria cautelar concedida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Tras declarar en la Ciudad de la Justicia, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena citó a Ponsatí para el 24 de abril para comunicarle el procesamiento por un delito de desobediencia. Llarena ha dejado sin efecto el orden de detención así como la rebeldía acordadas en su día. También ha establecido que la exconsejera debe designar domicilio y teléfono donde pueda ser localizada y comparecer ante el órgano judicial cuando sea llamada y le ha advertido que, si lo incumple, puede ser detenida.