El Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó sin contemplaciones la oferta de una mediación planteada por los sindicatos este martes, el mismo día en que una nueva jornada de protestas a nivel nacional contra la reforma de las pensiones, la décima, registró una menor participación que la anterior.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, rechazó de forma tajante la propuesta sindical de buscar una mediación que ayude a superar la crisis social y política que vive Francia desde hace semanas a cambio de aparcar la aplicación de la reforma.
“No hacen falta mediadores”, aseguró Verán en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que recalcó que la polémica reforma ya se ha aprobado y que cualquier diálogo con los sindicatos tiene que ser “para avanzar, no para volver hacia atrás”.
Los principales líderes sindicales recibieron la negativa mientras que se disponían a comenzar las 250 manifestaciones convocadas por todo el país. “Es insoportable que la respuesta sea el rechazo”, declaró el líder del principal sindicato del país, Laurent Berger (CFDT), antes de comenzar la manifestación.
“Nosotros hemos propuesto una puerta de salida, ahora lo que hace falta es que el Gobierno responda. Parece que por ahora no está listo. Tal vez cambie en unas horas”, añadió.
Tanto Berger como Philippe Martínez, líder del segundo sindicato del país, la CGT, indicaron que la agrupación intersindical que reúne a ocho principales organizaciones de trabajadores va a escribir a Macron para intentar convencerle de que acepte una mediación, algo que sí ha hecho el pequeño partido centrista MoDem, aliado del presidente.