El estado recauda casi un 15% más por el aumento de los precios y sigue estrangulando a todos los territorios de habla catalana
Catalunya cerró el 2022 con un déficit público de 3.816 millones de euros, lo que equivale al 1,51% del PIB, según el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Prueba del expolio que sufre y de la mala financiación. Se trata de una cifra que multiplica por cuatro el déficit registrado en 2021, que fue de 903 millones de euros, un 0,39% del PIB.
El déficit de Catalunya fue ligeramente superior que el conjunto de comunidades autónomas, que cerraron también el año en negativo, en concreto con registros que representaban el 1,14% del PIB. El gobierno español ha achacado el aumento del déficit del conjunto de comunidades a los menores recursos extraordinarios vinculados a la pandemia que se recibieron en ejercicios anteriores. El déficit del Estado se redujo hasta el 4,8% del PIB.
España reduce su déficit a expensas del expolio de los Països Catalans
Así pues, la bajada del déficit del conjunto de administraciones ha provocado que el Estado cierre en 2022 mejor de lo que constaba en los objetivos remitidos a la Comisión Europea (5%). En términos absolutos, el 4,8% del Producto Interior Bruto (PIB) equivale a 63.776 millones de euros. La cifra se encuentra lejos del déficit del 10,1% registrado en 2020.
En un comunicado, el Ministerio de Hacienda y Función Pública detalló que las medidas adoptadas por el gobierno para combatir la inflación derivada de la guerra en Ucrania han supuesto 1,7 puntos del déficit del 4,8%. En caso de que no hubieran tenido que aplicarse, el ejecutivo del Estado estima que el resultado negativo habría sido similar a los niveles de prepandemia.
Aumento desmedido de la recaudación que no reparte en las comunidades autónomas más expoliadas
Por subsectores, el ministerio que encabeza María Jesús Montero ha detallado que el déficit de la administración central descendió hasta el 3,09% del PIB (-40.091 millones de euros); y la Seguridad Social lo redujo más de la mitad, hasta el 0,45% del PIB (-5.986 millones de euros), en parte por el aumento de las cotizaciones gracias a la mejora del empleo. Por el contrario, en las comunidades autónomas el déficit aumentó hasta el 1,14% del PIB (-15.085 millones de euros), cifra que contrasta con el déficit del 0,05% de 2021.
La inflación también ha provocado que durante 2022 aumentaran los ingresos tributarios. Según datos de la Agencia Tributaria difundidos por el ministerio de Hacienda y Función Pública, la recaudación de impuestos subió un 14,4% interanual, hasta 255.463 millones en el conjunto del Estado. Se trata de registros récord. Los ingresos por el IVA subieron un 13,9%, hasta los 82.595 millones de euros; el impuesto de sociedades un 20,8%, hasta 32.176 millones; y el IRPF un 15,8%, hasta los 109.485 millones.
Hace más de 10 años el Wall Street Journal ya lo recordaba
El Wall Street Journal lo tenía claro, «Los catalanes tienen motivos para dudar de la capacidad de España para superar la crisis. Rajoy ha estado echando la culpa a los gobiernos autonómicos del exceso de déficit, bajo el argumento de que el gasto de los gobiernos locales había puesto contra las cuerdas la solvencia del Estado. Madrid amenaza con intervenir los gobiernos regionales (sic)». En un magnifico artículo de su redactor Raymond Zhong en abril de 2012, mucho antes del inicio ‘duro’ del Procès.
El artículo concluía lo siguiente como resultado de las políticas de Madrid: «Catalunya es principal motor de la industria española y una de las zonas industriales más importantes de Europa. Sin embargo, cada año desde 1986, un promedio del 9% del PIB de Catalunya en términos netos, se ha ido de la región para ser redistribuida o pasar a Madrid. En España, sólo las Islas Baleares renuncian a una parte mayor de su producción anual. En ningún otro lugar de Europa o América del Norte no hay transferencias intraestatales de tal magnitud».
