Desde la muy españolista, Impulso Ciudadano, –se vende como la primera organización civil que defiende los derechos constitucionales de todos los ciudadanos españoles– han enviado una carta al Defensor del Pueblo en la que le piden que se haga una «reflexión pública» sobre el grado de exigencia lingüística en Catalunya.
Aseguran que hay que tener en cuenta que «a la práctica es una barrera entre españoles», según afirma el presidente de la entidad, José Domingo, que por otro lado considera que este sistema es «perverso e injusto».
Piden que el Defensor valore esos requisitos lingüísticos porque son «desproporcionados» para según qué puestos de trabajo. De hecho, recuerda que el C1, que es el que se pide para ser prospector y controlar una plaga de mosquitos, es el mismo que se pide para opositar en la sanidad catalana y el que «hasta hace poco se pedía para ser profesor en Cataluña».
«Es un disparate todo», sentencia José Domingo. La Generalitat va a exigir el C2 de catalán a los profesores a partir de 2024, y será un requisito, no un mérito como sucede ahora, para aquéllos que quieran dar clase en las escuelas catalanas.
Todo esto viene a dilación porque el Consell Comarcal del Baix Llobregat ha abierto una convocatoria, un proceso de selección para la ampliación de una bolsa de trabajo como prospector/a para el Servicio de Control de Mosquitos de este organismo, según nos recuerdan medios españolistas como El Debate, u OkDiario, entre otros.
Desde este medio nos recuerdan cuáles son las tareas de un prospector. Se explica en la convocatoria que se trata de desarrollar los trabajos necesarios para el control de mosquitos como son los trabajos de campo, atender quejas y denuncias ciudadanas; participar en las diagnosis de control de mosquitos o hacer inspecciones entomológicas en casos de arbovirus, además de gestionar la base de datos de control urbano…