Los restos del fundador de La Falange, José Antonio Primo de Rivera, serán trasladados el próximo lunes día 24 de abril desde su emplazamiento en la basílica del Valle de los Caídos, ahora Valle de Cuelgamuros, al cementerio madrileño de San Isidro, después de que sus familiares solicitaran la exhumación y conforme a la nueva Ley de Memoria Democrática.
«Es un paso más en la resignificación del Valle», ha confirmado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La exhumación se lleva a cabo después de que en 2019 se movieran, por decisión del Gobierno, los restos del dictador Francisco Franco del lugar destacado del templo donde estaban ubicados desde su fallecimiento en 1975 al cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Tras aquella exhumación solo quedaba pendiente la de Primo de Rivera, ya que la ley de Memoria Democrática obliga a reubicar los restos situados en un lugar «preeminente» de la basílica de la abadía benedictina, en un enclave rebautizado por la nueva ley como Valle de Cuelgamuros.
De acuerdo con la nueva ley de Memoria Democrática, el Valle de Cuelgamuros dejará así de ser un lugar de exaltación de la dictadura y pasará a ser un cementerio de carácter civil. En ese sentido, la familia buscaba cumplir la voluntad de Primo de Rivera, quien antes de morir expresó su deseo de ser enterrado en un cementerio católico.