Al dominante empresario y presidente del Real Madrid de fútbol, Florentino Pérez se le está perdiendo el miedo -hay algunos que nunca se lo han tenido- y no dudan en plantar cara a uno de los españoles más poderosos, más oscuros y prepotentes en todos los ámbitos, como se puede apreciar en el ‘Palco del Bernabéu’.
En este caso un vecino de las proximidades del estadio ha presentado un recurso administrativo contra la licitación del ayuntamiento de Madrid para los dos aparcamientos subterráneos junto al nuevo coliseo, la última fase del proyecto del presidente merengue, según indica Vozpópuli. Solo por estos hechos, y si se hiciera justicia, deberían paralizarse las obras del estadio. Incluso anularse esa licencia y sancionar al Real Madrid.
En la alegación de una gravedad urbanística flagrante, se indica la «inexistencia» de un Plan Especial para el Control Urbanístico Ambiental de Usos, pese al tamaño de la actuación -de 62.000 metros cuadrados, por encima del límite de 12.000 m2 fijado por el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid- y la ausencia de un Estudio de Impacto Ambiental.
El valiente ciudadano pone también en duda la legitimidad del Real Madrid para impulsar y beneficiarse con lucro de una actuación en espacio público ajena al fin deportivo y asegura que el Consistorio no ha actuado con la debida diligencia y transparencia a la hora de recabar la versión del vecindario. Además y abiertamente, el club blanco estaría incumplimiento de las normativas urbanísticas y medioambientales.
El documento consta de 29 páginas más anexos y ha sido notificado este pasado 19 de abril al Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Madrid, que ha requerido al ayuntamiento de Madrid «el expediente de contratación completo y ordenado». Estaríamos hablando de delito por corrupción urbanística por privilegio y favoritismo hacia el Real Madrid Club de Fútbol.
El recurrente reivindica que en su opinión y la de buena parte del vecindario, los aparcamientos y sus efectos responden exclusivamente al interés del Real Madrid y serían negativos para el barrio y la ciudad por su impacto en el tráfico así como por posibles riesgos ambientales presuntamente omitidos por la licitación…