Inaudito y surrealista. Dos grandes marcas con sede en Catalunya, Haribo y Borges, han demostrado que rechazan por completo a los consumidores catalanes al rendirse ante las presiones del españolismo. El españolismo más rancio ha vuelto a hacer de las suyas y, al igual que ocurrió con el programa ‘Zona Franca’ cuando aún la conducía Joel Díaz, ha forzado a que dos grandes marcas retiren su patrocinio, esta vez del “Está Passant” ‘, alegando la polémica por la sátira sobre la Virgen del Rocío.
El programa, presentado por Toni Soler y Jair Domínguez, con la colaboración de la humorista Judit Martínez, simuló una entrevista con la Virgen después de que la figura de ésta se hubiera incendiado durante una de las procesiones.
El gag, que primero denunció a la líder de Andalucía Adelante, Teresa Rodríguez, criticando que representaba los estereotipos y que fomentaba la andaluzafobia, fue aprovechado también por los sectores de la derecha y la extrema derecha. El gobierno andaluz, por ejemplo, presentó una queja formal en la FORTA a raíz del gag, y la Fundación Española de Abogados Cristianos, por su parte, denunció los hechos alegando un delito de escarnio contra los sentimientos religiosos.
Pero la insistencia del españolismo no acabó ahí. El pseudo medio ‘Dolça Catalunya’, además de instigar aún más a la catalanofobia, también forzó un boicot contra Haribo y Borges, los principales patrocinadores del programa. Las marcas, que se ubican en Tàrrega, en el caso de Borges, y en Cornellà del Terri, en el caso de la filial de Haribo, han obedecido al españolismo y han acabado retirando su apoyo económico del espacio, rechazando así también a los consumidores catalanes.
