Una de las aficiones del rey emérito, la caza, por una cosa o por otra, le ha dado más de un quebradero de cabeza. Ahora uno de los símbolo de Madrid El Oso -es una osa- y el Madroño no van estar solo hasta nueva orden. Desde el pasado jueves el icono de la capital ‘está en peligro’ por un Borbón, ya que se ha colocado a su lado una figura de bronce del emérito con su rifle apuntando a la que se encuentra en la Plaza del Sol.
Se trata nada menos que de Juan Carlos I, quien apunta con una escopeta desde un lado de la calle. Esta estatua de bronce está creada por el artista chileno Nicolás Miranda para “ridiculizar la figura del rey Emérito” en pleno punto de ‘kilometro cero de la capital’ del Estado. Imagen que recuerda la de sus andanzas por Botsuana en abril de 2012.
La obra ha sido traída directamente desde el país latinoamericano hasta suelo español, donde se mantendrá hasta nueva orden mientras se resguarda en una exposición del propio artista en el Centro Cultural La Parceria, en Arganzuela, según indican diferentes medios desde la capital.
Con una influencia que parece extraído del mismísimo creador británico Banksy, aunque en su caso no es anónimo, explica que la intención última de sus obras es “parasitar algo que ya existe”, conectando siempre con “el lenguaje visual”.
Eso es lo que ha hecho precisamente en esta última ocasión, vincular la monarquía con el santo y seña de Madrid para que llame más la atención de la gente. Hay que recordar que esta imagen actual se asemeja a otra que sí fue real y que data de 2006. Cuando el rey Juan Carlos disparó a un oso ebrio bautizado «Mitrofán», concretamente en Rusia.
De esa manera, el artista ha aprovechado la situación actual de la Puerta del Sol a raíz de las polémicas obras que está llevando a cabo el Consistorio de José Luis Martínez-Almeida para “ridiculizar la figura del emérito” y hacer hincapié a través del arte en su “lujuriosa vida privada y la afición a la caza de animales en peligro de extinción”.